http://penelope.uchicago.edu/~grout/encyclopaedia_romana/circusmaximus/serpentine.html
27 de septiembre de 2009
LA COLUMNA SERPENTINA
http://penelope.uchicago.edu/~grout/encyclopaedia_romana/circusmaximus/serpentine.html
7 de septiembre de 2009
CONVERSACIONES CON PLATÓN
Alfred North Whitehead
Es fácil de responder: conocí a Sócrates. Yo era un adolescente, miembro de la aristocracia, y topé con este hijo de picapedrero y partera, rechoncho y más bien poco agraciado, que frecuentaba el mercado, las calles y los hogares de los ricos y famosos, y que desconcertaba a todos los grandes hombres sometiéndoles a interrogatorio inteligentemente. Estos personajes tan conocidos, políticos, poetas y oradores, aventuraban opiniones sobre la naturaleza de la virtud, la justicia, el valor, la belleza y conceptos afines, pero él les demostraba que no comprendían realmente estas cosas.
Sócrates nos demostró a todos que, aunque es fácil hablar de estos asuntos es muy difícil aportar una base para ellos que resista un análisis a fondo. Yo, y dos generaciones de hombres privilegiados llegamos a admirar enormemente a Sócrates; y algunos nos sentimos impulsados a proseguir su búsqueda de este tipo de sabiduría. Otros filósofos, como Parménides, Crátilo y Pitágoras, despertaron mi interés, pero fue conocer a Sócrates lo que me cambió la vida.
8 de abril de 2009
Las Amazonas de Sudamérica
Las amazonas, terribles mujeres, habían peleado contra Hércules, cuando era Heracles, y contra Aquiles en la guerra de Troya. Odiaban a los hombres y se cortaban el seno derecho para que sus flechazos fueran más certeros.
El gran río que atraviesa el cuerpo de América de lado a lado, se llama Amazonas por obra y gracia del conquistador español Francisco de Orellana.Él fue el primer europeo que lo navegó, desde los adentros de la tierra hasta las afueras de la mar. Volvió a España con un ojo menos, y contó que sus bergantines habían sido acribillados a flechazos por mujeres guerreras, que peleaban desnudas, rugían como fieras y cuando sentían hambre de amores secuestraban hombres, los besaban en la noche y los estrangulaban al amanecer.
Y por dar prestigio griego a su relato, Orellana dijo que ellas eran aquellas amazonas adoradoras de la diosa Diana, y con su nombre bautizó al río donde tenían su reino.
Los siglos han pasado. De las amazonas, nunca más se supo. Pero el río se sigue llamando así, y aunque cada día lo envenenan los pesticidas, los abonos químicos, el mercurio de las minas y el petróleo de los barcos, sus aguas siguen siendo las más ricas del mundo en peces, aves y cuentos.
Espejos, una historia casi universal. Eduardo Galeano. Ed. Siglo XXI, 2008.Aquiles dando muerte a Pentesilea, reina de las Amazonas.Ánfora de figuras negras firmada por Exequias.
Atenas, h. 540 - 530 a.C. Museo Británico
Durante siete días permaneció erecto...
Enkidu y Shamhat, sacerdotisa de Ishtar, diosa del amor.
Las tablillas de arcilla cocida sobre las que se inscribió en caracteres cuneiformes permanecieron enterradas entre los escombros de ciudades diseminadas a lo largo de todo el antiguo Oriente Próximo, aguardando a ser leídas por gentes de otro mundo. No fue sino hasta 1850 cuando se descubrieron los primeros fragmentos entre las ruinas de Nínive, y el texto no fue descifrado y traducido hasta varias décadas después.
En 1872, un joven conservador del Museo Británico llamado George Smith se dio cuenta de que uno de los fragmentos contaba la historia de un Noé babilónico, que había sobrevivido a una gran inundación enviada por los dioses. Smith escribió:
Para un victoriano, era un descubrimiento espectacular, porque parecía constituir una confirmación independiente de la historicidad del Diluvio bíblico ( los victorianos creían que la historia del Génesis era mucho más antigua de lo que realmente es ).
Tablilla neo-asiria de la Epopeya de Gilgamesh con el relato del diluvio. S. VII a.C. NíniveMuseo Británico
El poeta Rainer Maria Rilke, refiriéndose al Gilgamesh, escribió a finales de 1916:
" ¡ Gilgamesh es formidable ! Lo conozco por la edición del texto original y considero que se encuentra entre las mejores experiencias que le pueden suceder a una persona. De vez en cuando cuento la historia a la gente, toda la historia, y siempre acabo teniendo ante mí una audiencia asombrada..."" Me he sumergido en la traducción literal académica, y en esos fragmentos verdaderamente gigantescos he experimentado medidas y formas que pertenecen a las obras supremas que jamás haya producido la mágica Palabra..."
" Es la epopeya del temor a la muerte, surgida en tiempos inmemoriales entre unas gentes que fueron las primeras para las que la separación entre vida y muerte se reveló definitiva e inevitable. "
http://www.cervantesvirtual.com/historia/TH/cosmogonia_mesopotamia.shtml28 de marzo de 2009
Los primeros porreros de la Historia
Cosméticos antiguos
10 de marzo de 2009
Heródoto, el padre de la Historia
El historiador Tom Holland, refiriéndose a Heródoto en su libro " Fuego Persa " ( 2005 ) apunta que:
" ...en el conflicto entre Oriente y Occidente fue donde el primer historiador del mundo descubrió, en el siglo V a.J.C., el tema de la obra de su vida.
Su nombre era Heródoto. Y como ciudadano griego de lo que hoy en día es la turística zona portuaria de Bodrum, en Turquía, por aquel entonces llamada Halicarnaso, Heródoto había crecido en la frontera con Asia. ¿ Por qué, se preguntaba, a los pueblos de Oriente y Occidente les resultaba tan difícil vivir en paz ? A primera vista, la respuesta parecía simple: los asiáticos, según Heródoto, consideraban Europa un lugar inconceliablemente ajeno, - y desde entonces siempre tuvieron por enemigos a los griegos - . Pero la manera en que aquella fractura había ocurrido en primer lugar le planteaba un enigma al propio Heródoto. Tal vez la causa hubiese sido el secuestro de una o dos princesas a manos de piratas griegos, o quizás hubiese sido el incendio de Troya. - así lo cuentan al menos los griegos y los fenicios. Yo no voy a decir si pasó de este o de otro modo -. A Heródoto no se le escondía que el mundo no tenía límites y que la verdad de un hombre podía fácilmente ser la mentira de otro. No obstante, si los orígenes del conflicto entre Oriente y Occidente ya parecían perderse en el mito, no ocurría lo mismo con sus efectos, que pronto se harían evidentes de un modo trágico. La diferencia había engendrado la sospecha, y la sospecha engendraría la guerra.
Por primera vez, un cronista iba a optar por buscar los orígenes de un conflicto allí donde podía verificarlos en persona, en lugar de remover un pasado tan remoto que se tornara por completo fantástico, o de endilgarlos a los caprichos y deseos de algún dios o a la proclama de algún pueblo sobre su destino manifiessto. Heródoto, comprometido con transcribir sólo los testimonios de informantes o testigos vivos, daría la vuelta al mundo, convirtiéndose en el primer antropólogo, el primer periodista de investigación y el primer corresponsal en el extranjero. Los frutos de su curiosidad insaciable no sólo dieron lugar a una narrativa, sino al análisis más vasto posible de toda una época en su variedad, tolerancia y complejidad. El propio Heródoto describiría su obra como una serie de - investigaciones -: una historia, - que he escrito aquí -, como declara en la primera oración de la primera obra de historia que escribió, - para que no se desvanezcan con el tiempo los hechos de los hombres, y para que no queden sin gloria grandes y maravillosas obras, así de los griegos como de los bárbaros, y sobre todo, la causa por la que se hicieron la guerra -.
Los historiadores siempre quieren defender la importancia de su material, claro está. En el caso de Heródoto, sus afirmaciones han estado sometidas a escrutinio durante dos mil quinientos años, tiempo en el cual su suposición de partida, que la guerra entre griegos y persas había tenido una trascendencia nunca antes vista, se ha podido comprobar de modo triunfal. "
Hace mucho tiempo que se ridiculiza a Heródoto por lo que parecen fantasías, como si se tratara del padre de las mentiras y no de la historia. Pero las décadas recientes han presenciado una reevaluación fundamental de la exactitud de sus afirmaciones: nuevos descubrimientos arqueológicos demuestran constantemente su fiabilidad.
8 de marzo de 2009
El arco iris de la noche
El escritor, científico, naturalista y militar romano Plinio el Viejo, afirmaba en su monumental obra Historia Natural que el arco iris:
"...no aparece si el sol no está opuesto, ni tampoco nunca si no es en forma de semicírculo, ni de noche ( aunque Aristóteles dice que se vio entonces en alguna ocasión, aun así el mismo reconoce que no puede suceder salvo en la trigésima luna )." 3
Plinio, consciente de que contradecir a Aristóteles no era en absoluto una buena idea, decidió citarlo. Hizo bien porque Aristóteles estaba en lo cierto.
5 de marzo de 2009
Costumbres sexuales en Heródoto
The Eastern Favourite. Edwin Long, 1880